TESTIMONIOS 2024

Casos atendidos

A.G. 

Distrito: Comas

Para mí la secundaria no fue una etapa tan grata, recuerdo que estaba en clase de letras y él estaba pidiéndole a una compañera que alzara la voz al momento de exponer y al momento de hacerlo menciona la frase «Quiero que grites como negra, alza tu voz». Yo en ese momento no sabía qué hacer ni qué decir, obviamente me quedé en shock, un par de personas voltearon a verme no con los ánimos de ayudarme pero al menos se dieron cuenta de que lo que estaba pasando estaba mal. Yo esperé a que el profesor se corrigiera por si mismo pero no lo hizo, así que procedí a decirle de que lo que había dicho era claramente racista y él en todo momento se encontraba a la defensiva y trataba de explicar que lo que había dicho no era racista y que no entendía por qué yo me estaba quejando. Empezamos a discutir un poco para luego mandarme a hablar con él directamente y bueno nunca entendió ya que me enteré que en la siguiente promoción él mencionó esta situación que tuve con él minimizandola.

En ese colegio nadie hizo nada por mi nunca.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

 

Anónimo, mujer

Distrito: Cercado de Lima

Una vez un compañero de clase me trató como si fuera agresiva, diciéndome: «¿Por qué me gritas?, ¿Por qué quieres pelearte conmigo?» en un momento incluso se puso a llorar porque supuestamente estaba siendo agresiva con él, cuando lo que estaba haciendo era burlarme de la situación riéndome. Pero noté que él siempre decía que yo era agresiva, en repetidas oportunidades. 

 Además de tener algunos compañeros que me trataban como si yo fuera un hombre, porque no me veían como no merecedora de un «trato de mujer» por así decirlo. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

B.M.C. 

Distrito: San Martín de Porres

Hace ya unos meses me invitaron a dar una ponencia en un lugar que prefiero no mencionar. Al llegar al lugar me acerqué al guardia de seguridad, lo saludo, me presento dando mi nombre y le mencioné que iba a dar la ponencia. Seguido de eso él me pidió mi DNI, me pidió más documentos, me hizo varias preguntas incómodas como por ejemplo: ¿Cómo te enteraste del evento? ¿Qué haces aquí? haciendo énfasis en que ese era un evento privado. Pasaron 2 personas muy distintas a mi tono de piel y esas personas sin dar ningún tipo de información pasaron sin ningún tipo de problema y no se les cuestionó. Me empecé a desesperar ya que se pasaba el tiempo y se me hacía tarde para dar la exposición en dicho evento. 

No se me permitía el ingreso durante todo ese tiempo, y tuve que llamar a una de las cabezas para que baje y pare todo el evento, el señor de seguridad allí dijo: «A este tipo de personas hay que pedirle muchas documentación» yo me quedé en blanco y la verdad bastante decepcionado.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

P.C. 

Distrito: Callao

Esto ocurrió hace un par de meses, a la 1 de la mañana aproximadamente. Estábamos en San Borja y habíamos ido a comer, regresamos al estudio y estuvimos sentados en la puerta tomando una gaseosa porque estábamos reposando. De la nada llegaron 3 motos de serenazgo y un patrullero, todos se bajaron y prepotentemente nos pidieron nuestros documentos entonces le dije al oficial por qué nos estaba pidiendo identificación y primero nos dijeron que estábamos haciendo mucha bulla lo cual era mentira porque recién llevábamos 2 minutos sentados y no estábamos haciendo bulla y le dije que me tenía que dar una razón legítima para proceder con su intervención que hasta ese momento era injustificada. El policía no quiso y nos continuaba hablando de manera prepotente, llegó al punto en el cual le dije que él estaba asumiendo que por ser cinco personas que estábamos en la puerta sentados éramos delincuentes a lo que él nos respondió que sí lo éramos. Nosotros no entendíamos lo que estaba pasando y yo comencé a grabar lo que estaba sucediendo y le dije que no puede acusarnos de esa forma sin pruebas ni fundamentos, se formó una discusión entre todos los que estábamos allí hasta el punto en el que el oficial se alteró demasiado y sólo me quería llevar a mi a la comisaría porque yo era el que más estaba hablando pero al final llegaron 2 patrullas más en donde bajaron unas policías mucho más adultos. Cuando llegaron esos oficiales ya mayores, les expliqué lo que había sucedido y validaron la versión del anterior policía, asumiendo que éramos delincuentes. Me di cuenta de que nuestro aspecto físico jugaba un papel importante en la decisión que tomaban ellos de intervenirnos o no.  Al final de todo llegó un serenazgo que era afroperuano y nos ayudó, habló con el resto de policías y nos devolvieron el DNI luego de que los hiciera entrar en razón. Solo fue este serenazgo afroperuano quien se disculpó con nosotros. 

 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

L.B.J.

Cuando estaba en primer grado de primaria, asistía al colegio Óscar Miro Quesada de la Guerra. En aquel entonces, tenía una compañera de clase económica más elevada que la mía. Yo no contaba con muchos recursos y, además, mi piel era más oscura que la suya, que era más blanca. Esta compañera solía referirse a mí de manera despectiva, llamándome «la Morena» o «la pobretona». Sus comentarios eran hirientes y provocaron que desarrollara un carácter más agresivo. Recuerdo haberla empujado e incluso haberle dado una cachetada, acciones que no fueron correctas. Lo más preocupante fue que, ante estos actos discriminatorios, los profesores parecían respaldarla y no había defensa alguna contra esta situación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP

A.C.

Cuando viajé a Arequipa, en el bus en el que me encontraba, subió un señor procedente de Cañete. En ese momento, otro señor blanquiñoso dijo que las personas negras tienen un olor desagradable y que por la mañana poseen fuerza, pero la pierden por la tarde. Esta actitud me sorprendió y no me agradó porque todos merecemos respeto y somos iguales.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

G.D.

Hace mucho tiempo, tuve una experiencia relacionada con un caso de racismo hacia una amiga que era morena. En la cuadra, sufría acoso por parte de otros niños y niñas quienes no querían relacionarse con ella. Recuerdo que mi abuela fue quien puso fin a esta situación, ella siempre acogía a mi amiga en nuestra casa, y yo también jugaba con ella. Mi abuela la protegía constantemente, ya que también conocíamos a su madre, una persona trabajadora.

En una ocasión, mi abuela confrontó a los demás, haciéndoles entender que esta niña era superior a ellos en virtud de ser buena, noble y tener buenos sentimientos, características que ellos no poseían. Fue un acto que puso en su lugar a aquellos que discriminaban a mi amiga por su color de piel.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.R.S.

Cuando era niña, mi hermana, siete años mayor que yo, solía insultarme debido a que ella era blanquita y yo pues, morena. Me llamaba «negra», tiraba mis útiles al suelo y me decía que la única que tiene que limpiar la casa eres tú, considerándome como la sirvienta de la casa. Ella era consentida por nuestra mamita, entonces ella creció, así como la nena de la casa y yo como la empleada. Mi hermana siempre me humillaba de diversas maneras, incluso llegando a la violencia física.

Con el tiempo, ambas crecimos y formamos nuestras propias familias. Sin embargo, en un momento como madres, mi hermana me ofendió a mí y a mi hija, marcando el comienzo de un distanciamiento entre nosotras. Desde entonces, no he sabido nada de ella, y ella tampoco tiene información sobre mí. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.S.G.

En mi entorno familiar, algunos familiares suelen utilizar apelativos desagradables para referirse a mis sobrinos y primos. Considero que esta actitud es inapropiada, ya que cada persona tiene un nombre, y no es apropiado que se utilicen sobrenombres para referirse a otras personas, especialmente cuando no tenemos el derecho de asignarles apelativos que resulten ofensivos o molestos.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.  

C.P.

Mi hija quien actualmente tiene 17 años fue objeto de discriminación porque tiene habilidades especiales.  Ella es autista, y experimentó  discriminación tanto por parte de sus compañeros como por el mismo personal del colegio Mercedarias. Supongo que se dio porque no había mucha información y fue una etapa difícil, pero ya la hemos superado.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

M.G.

Cuando era niña, en el colegio sufría de bullying, ya que mis compañeros y compañeras se referían a mi como «negra» y otros apelativos desagradables por los cuales me sentí vulnerada y pasé momentos difíciles.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

N.M.U.

Tengo un amigo afrodescendiente de la escuela, quien pasó por situaciones de discriminacion por su color de piel y por su cultura. Mis amigas  le decían que solo a las 12 piensa o cuando llegaba a la escuela le decian que ahí viene «el negro», ellas se referian a él de manera despectiva y los profesores no hacian nada para atenderlo, cuidarlo ni prevenirlo, sino replicaban y fortalecian la discriminación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Y.R.M.

Mi experiencia fue el año pasado, en los carnavales, había una señora de la sierra que puso una piscina para sus nietos y dejó entrar a varios niñitos, pero había un niño bien oscurito. Yo lo metía a la piscina y ella lo sacaba repetidas veces, pensé “de repente se ha equivocado” y volvió a sacarlo. Sentia claro que a la señora no le gustaban las personas de color, y me senti mal porque su mama habia estado mirando desde arriba el trato de la señora hacia esa criatura que no tenia la culpa de nada.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

R.C.T.

Cuando yo estuve en el colegio, una compañera sufrió de bullying por ser de color, ella era de Chincha y tenia la piel morena. Había un grupito de compañeras que la agarraban de punto y le hacían bromas pesadas. Eso se dio por bastante tiempo hasta que un día se puso a llorar de tanto bullying y maltrato que recibía. Ya despues eso paso a mayores ya que la tutora se dio cuenta, habló y le contó todo lo que pasaba a la profesora y hubo una reunión entre padres para calmar un poco esa agresividad que había solo por ser una compañera de color que era igual a nosotros.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo

Yo un día estaba en la combi con mi pareja y no le quisieron dar asiento, él estaba con mi bebe en los brazos. Entonces una señora molesta se para y le dice “pero si tu eres hombre” y el le responde “bueno, seré hombre, pero estoy llevando mis cosas y estoy con mi bebe, no porque ustede sea mujer significa que no se pueda parar” y entonces la señora lo comenzó a insultar diciendo “eres un negro de m@6$#” “mirate como eres”, «de tu clase han sido esclavos”, “están acostumbrados, tú puedes tenerlo ahí” por eso preferimos bajarnos del carro y lo dejamos ahí. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

A.B.S.L.

Distrito: Surco

Me sucedió hace unas semanas, me encontraba en una reunión con amigos y estábamos bebiendo alcohol. En un momento uno de mis amigos se dirigió a mí señalando que yo era “chinchana“ cuestión que no soy porque yo soy de otra provincia la cual es Cañete, en ese momento evidentemente me sentí incómoda por su comentario, ya que lo dijo de manera burlona, pero dado su estado de ebriedad, no quería convertirlo en un gran problema ni parecer dramática. Solo le respondí: «Oye, ¿te parece si hablamos de esto después?». Posteriormente, dirigió la misma broma hacia otro amigo que tenía rasgos afrodescendientes más marcados que los míos, entonces, la incomodidad se extendió al grupo, ya que notamos un tono racista en sus comentarios, estereotipando que todas las personas afrodescendientes vienen de Chincha, por lo cual tratamos de explicarle que lo que estaba haciendo era racista, pero debido a su estado de ebriedad, se excusaba diciendo que era solo humor y que él siempre con sus amigos bromeaba así, quienes, según él, no se lo tomaban mal. Esto creó una sensación de incomodidad y normalización de actitudes inapropiadas.

Decidí no abordar el tema en ese momento y hablar con él al día siguiente, cuando estuviera sobrio. Sin embargo, durante nuestra conversación, insistió en que no consideraba sus bromas como racistas porque siempre había estado haciendo ese tipo de bromas con sus amigos que son afrodescendientes y que ellos nunca le habían dicho nada al respecto, es más que sabían que era de broma y que simplemente como a mí me incomodaba su forma de ser, entonces adaptaría su comportamiento cuando estuviera cerca de mí, pero continuaría con sus comentarios en su entorno social con sus otros amigos. En ese momento traté de explicarle que lo que hacía estaba mal que sí era racismo y que excusarse en el humor no era justificación para cubrir esas actitudes, pues lo que estaba haciendo era normalizar ciertas conductas que se han repetido desde hace muchos años y que no estaba bien eso porque la gente lo termina internalizando y asume que a todos los negritos o todas las personas afrodescendientes son de Chincha.

Bueno, esa ha sido mi experiencia y la verdad es que me sentí bastante incómoda, no solo por mí, sino también por mi amigo que estuvo ante esa situación. Siento que nos faltó una especie de guía para abordar el tema y ofrecer orientación, aunque sé que quizás no es nuestra responsabilidad educar a todos sobre lo que es racismo y lo que no lo es. Sin embargo, creo que hubiera sido útil tener alguna herramienta para explicarle a mi amigo por qué sus acciones eran inapropiadas.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

A.F.

Distrito: Miraflores

A los 6 años, recuerdo haber ido al McDonald ‘s que está en el parque Kennedy con mi mamá. Mientras ella pagaba, yo fui corriendo al segundo piso, como toda niña a jugar a los jueguitos que antes estaban ahí ubicados y me estaba divirtiendo con otros niños, y cabe resaltar que no era la única niña ahí. De repente, un trabajador me sacó de los juegos y me preguntó si tenía padres, si estaba acompañada. No entendía la pregunta y me resultó confuso que me sacara de los juegos. Ver a un adulto desconocido, en ese momento, fue atemorizante. Pero, al ver a mi mamá acercándose con la bandeja, corrí hacia ella, entonces el trabajador simplemente se fue. Ahora, ya adulta en mis veintitantos, reflexiono sobre las dudas que tenía en mi cabeza de niña de 6 años. ¿Por qué me sacaron? ¿Por qué me hicieron esa pregunta? La triste realidad es que no me vieron como una posible clienta; me vieron como una niña de la calle que no debía estar ahí debido a mi fenotipo. A esa edad, no podía comprender completamente la discriminación, pero ahora, lo reconozco y evaluó la situación porque es algo que está unida a mi memoria y me da un poco de pena saber que a una edad tan temprana he experimentado estos eventos en donde me han discriminado, me han visto como alguien que no debía estar ahí. Este evento marcó un antes y un después en mi vida, pues con el paso de los años al entrar a tiendas y lugares conocidos en distritos como Miraflores o San Isidro, estas pequeñas tiendas o boutiques que una simplemente quiere entrar a mirar porque tenemos el derecho de transitar en todos lados, siempre he sentido de actuar de cierta manera o vestirme de cierta manera cuando voy a estos lugares para evitar que me vean como alguien sospechosa.

Mi adolescencia estuvo marcada por el deseo de querer pertenecer y no ser percibida como alguien fuera de lugar, ya a esta edad sé que todos esos han sido experiencias de discriminación, ya que soy una persona racializada en un entorno donde las personas son mayoritariamente blancas.  Me han visto como alguien que no pertenecía a ese lugar y ahora a mis veintitantos cuando voy a una tienda y veo que siempre está el de seguridad con los ojos puestos en ti para que no me lleve algo o cuando sales de una tienda te piden la boleta o si llevas un bolso piden ver el bolso pero siempre eres tú, eres tú la persona racializada la que puede ser la sospechosa y no digo que acepte esta situación pero lamentablemente es algo que vivimos día a día cuando tratamos de hacer nuestra vida cotidiana y normal. 

Recuerdo que una vez le conté esta anécdota a un amigo y él me comentó:  yo nunca he pasado por eso, pero creo que se debe a que nunca he salido de mi realidad. Tengo esto muy en la mente de qué es mi realidad porque una niña de 6 años no puede ir a uno de estos distritos a jugar sin que piensan que es un niña de la calle o que por verte racionalizado piensen que tú no perteneces a ese lugar y eso es lo que me pasó a mí, a mis 6 años, que fue hace muchos años y sé que es algo que aún pasa con muchos niños hoy en día, niños racializados que son discriminados por el color de piel por cómo se ven porque sienten que no pertenecen y es una sensación muy fea saber que aún hay niños que van a tener esta confusión que yo tuve a esa edad y que tal vez no van a saber explicar por qué están viviendo esto. Bueno, es algo que quería comentarles, ya que es algo que caló mucho en mí y hoy en día ya puedo ver las cosas como son y tratar de tal vez hacer un cambio a raíz de reconocer la situación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

S.

Hace 6 años que llegué a Perú y desde ese entonces he vivido muchos episodios en los que puedo afirmar que he sido violentado por mi raza, mi color de piel y mi procedencia como migrante venezolano. Resulta difícil caminar por la calle, compartir la misma vereda con otras personas, y notar que, al percatarse de mi presencia como persona de piel negra o afrodescendiente, algunos aseguran sus pertenencias y cruzan al otro lado de la calle, son pequeños incidentes que pueden ocurrir en la cotidianidad. Sin embargo, uno de los momentos más difíciles que he enfrentado ocurrió mientras trabajaba en uno de los restaurantes en los que comencé a laborar al llegar a Perú, pues  una persona que estaba haciendo un pedido de repente dijo: no ya  no quiero ordenar absolutamente nada, entonces  la cajera a la que estaba en ese momento apoyando, dijo: pero  ¿Cuál es el problema, le podemos ayudar en otra cosa? y él le dijo: Bueno, si me atiendes tu, quizás sí puedo comer pero no quiero que me atienda  él y me miraba así de forma despectiva. Lo bueno fue que pude tener este apoyo de los jefes que en ese momento estaban en el restaurante, pero enfrentar el racismo directo de esa persona en ese lugar fue una experiencia difícil.

Estoy aquí, sobreviviendo día a día, porque el racismo persiste y es una realidad con la que debemos luchar no solo a nivel individual, sino también de manera colectiva. La lucha contra la discriminación se vive a diario.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

J.F.

Distrito: Pueblo Libre

Cuando estaba en primaria, le dije a una chica que me gustaba y la chica me dijo que no porque era negro; eso afectó mucho mi autoestima, ya que  durante mucho tiempo me costó, de verdad, enfrentar el hecho de ser negro y cómo iban a ser las relaciones amorosas en ese aspecto, lo cual fue fuerte, pero con el pasar del tiempo conociendo nuevas amistades y conociendo otro tipo de chicas, pues me ayudó mucho con mi autoestima, con mi autoconocimiento y me ayudó a valorarme más y entender que pues ese tipo de  pensamientos existen y así como me pasó a mí pues le puede pasar a cualquier cantidad de chicos aún en la actualidad y la idea es  que ellos encuentren referentes positivos que hagan que puedan valorarse bien delante de otras personas y que ese tipo de comentarios no les afecten tanto como me afectaron a mí en su momento.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

S.B.

Distrito: San Juan de Miraflores

Cuando me piden recordar alguna experiencia racista se me hace un tanto complicado porque hay tantas experiencias distintas, más o menos significativas, que uno pueda haber atravesado, como esas experiencias que uno tiene cuando se habla sobre esclavitud en los colegios y todo el mundo te queda mirando; todos los apodos, chistes o bromas que hacen los compañeros siempre rondan en torno al color de piel o mi origen étnico, todas esas cositas las recuerdo, como cuando subes al carro que puede pasar todos los días y la gente guarda sus cosas o cuando los guardias de seguridad en los centros comerciales te persiguen, esas son cositas que se pueden recordar pero más específicamente, una vez cuando tenía alrededor de 11 o 12 años, regresaba del colegio en un micro con mi hermano y yo estaba sentado, entonces cuando estaba a dos cuadras de bajar, recuerdo ver a un señor mayor parado y ofrecerle mi asiento debido a que yo estaba a punto de bajar, sin embargo, al parecer el señor también estaba a punto de bajar y al parecer había estado parado por un tiempo, lo cual le molestó y decidió desquitarse conmigo y mi hermano e insultarnos específicamente por nuestro color de piel. La situación fue un tanto complicada, un tanto dura, no supe cómo actuar porque bueno yo le ofrecí mi asiento y el señor dijo:  No quiero nada, ya voy a bajar, ustedes han estado sentados hace rato y recién quieren ofrecerme el asiento y yo le dije: Bueno, señor disculpe, no lo vi y el señor respondió: Así son ustedes, así deben ser todos los de Nigeria, ahí lo habrán aprendido y cosas así que yo solo atiné a responderle: Señor, nosotros somos de Perú, entonces el señor se bajó. Fue una experiencia un tanto complicada, difícil de asimilar que me hizo sentir más que miedo o tristeza, rabia.  Esta experiencia la comenté con mis padres y ellos intentaron explicarme y ayudarme.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

L.

Bueno,  en realidad sí me afectó un poco porque me agredió pero en fin como que tipo vi a la señora y la señora como que entre lo anciana y no tan anciana, pero luego cuando ya, porque no fuimos obviamente, pero cuando regresamos la vi a la señora así como que triste en el suelo y es como que tanta cólera, que tanta rabia puede tener una persona por algo, por alguien o  por cualquier cosa que quizá no se sabe si esa persona la está pasando mal o peor, entonces sí  me agredió y todo, pero creo que uno nunca sabe cuáles son los demonios que tiene uno dentro. Solamente espero que la señora esté bien porque hasta a los peores enemigos se les tiene que desear el bien.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

Anónimo, mujer

Cuando estaba en 5to grado de secundaria tenía un profesor que siempre me bajaba la nota sin alguna razón, solo lo hacía a mí, llegó al punto de hacerme llorar todos los días en el colegio, mi madre fue a hablar con el profesor y la directora, pero nunca hicieron nada a pesar de tener pruebas.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.G.

Distrito: Comas

Para mi la secundaria no fue una etapa tan grata, recuerdo que estaba en clase de letras y él estaba pidiéndole a una compañera que alzara la voz al momento de exponer y al momento de hacerlo menciona la frase «Quiero que grites como negra, alza tu voz». Yo en ese momento no sabía qué hacer ni qué decir, obviamente me quedé en shock, un par de personas voltearon a verme no con los ánimos de ayudarme pero al menos se dieron cuenta de que lo que estaba pasando estaba mal. Yo esperé a que el profesor se corrigiera por si mismo pero no lo hizo, así que procedí a decirle de que lo que había dicho era claramente racista y él en todo momento se encontraba a la defensiva y trataba de explicar que lo que había dicho no era racista y que no entendía por qué yo me estaba quejando. Empezamos a discutir un poco para luego mandarme a hablar con él directamente y bueno nunca entendió ya que me enteré que en la siguiente promoción él mencionó esta situación que tuve con él minimizandola. 

En ese colegio nadie hizo nada por mi nunca.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo, mujer

Distrito: Cercado de Lima

Una vez un compañero de clase me trató como si fuera agresiva, diciéndome: «¿Por qué me gritas?, ¿Por qué quieres pelearte conmigo?» en un momento incluso se puso a llorar porque supuestamente estaba siendo agresiva con él, cuando lo que estaba haciendo era burlarme de la situación riéndome. Pero noté que él siempre decía que yo era agresiva, en repetidas oportunidades. 

 Además de tener algunos compañeros que me trataban como si yo fuera un hombre, porque no me veían como no merecedora de un «trato de mujer» por así decirlo. 

 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

B.M.C.

Distrito: San Martin de Porres

Hace ya unos meses me invitaron a dar una ponencia en un lugar que prefiero no mencionar. Al llegar al lugar me acerqué al guardia de seguridad, lo saludo, me presento dando mi nombre y le mencioné que iba a dar la ponencia. Seguido de eso él me pidió mi DNI, me pidió más documentos, me hizo varias preguntas incómodas como por ejemplo: ¿Cómo te enteraste del evento? ¿Qué haces aquí? haciendo énfasis en que ese era un evento privado. Pasaron 2 personas muy distintas a mi tono de piel y esas personas sin dar ningún tipo de información pasaron sin ningún tipo de problema y no se les cuestionó. Me empecé a desesperar ya que se pasaba el tiempo y se me hacía tarde para dar la exposición en dicho evento. 

No se me permitía el ingreso durante todo ese tiempo, y tuve que llamar a una de las cabezas para que baje y pare todo el evento, el señor de seguridad allí dijo: «A este tipo de personas hay que pedirle muchas documentación» yo me quedé en blanco y la verdad bastante decepcionado.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

P.C.

Distrito: Callao

Esto ocurrió hace un par de meses, a la 1 de la mañana aproximadamente. Estábamos en San Borja y habíamos ido a comer, regresamos al estudio y estuvimos sentados en la puerta tomando una gaseosa porque estábamos reposando. De la nada llegaron 3 motos de serenazgo y un patrullero, todos se bajaron y prepotentemente nos pidieron nuestros documentos entonces le dije al oficial por qué nos estaba pidiendo identificación y primero nos dijeron que estábamos haciendo mucha bulla lo cual era mentira porque recién llevábamos 2 minutos sentados y no estábamos haciendo bulla y le dije que me tenía que dar una razón legítima para proceder con su intervención que hasta ese momento era injustificada. El policía no quiso y nos continuaba hablando de manera prepotente, llegó al punto en el cual le dije que él estaba asumiendo que por ser cinco personas que estábamos en la puerta sentados éramos delincuentes a lo que él nos respondió que sí lo éramos. Nosotros no entendíamos lo que estaba pasando y yo comencé a grabar lo que estaba sucediendo y le dije que no puede acusarnos de esa forma sin pruebas ni fundamentos, se formó una discusión entre todos los que estábamos allí hasta el punto en el que el oficial se alteró demasiado y sólo me quería llevar a mi a la comisaría porque yo era el que más estaba hablando pero al final llegaron 2 patrullas más en donde bajaron unas policías mucho más adultos. Cuando llegaron esos oficiales ya mayores, les expliqué lo que había sucedido y validaron la versión del anterior policía, asumiendo que éramos delincuentes. Me di cuenta de que nuestro aspecto físico jugaba un papel importante en la decisión que tomaban ellos de intervenirnos o no.  Al final de todo llegó un serenazgo que era afroperuano y nos ayudó, habló con el resto de policías y nos devolvieron el DNI luego de que los hiciera entrar en razón. Solo fue este serenazgo afroperuano quien se disculpó con nosotros. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

L.B.J.

Cuando estaba en primer grado de primaria, asistía al colegio Óscar Miro Quesada de la Guerra. En aquel entonces, tenía una compañera de clase económica más elevada que la mía. Yo no contaba con muchos recursos y, además, mi piel era más oscura que la suya, que era más blanca. Esta compañera solía referirse a mí de manera despectiva, llamándome «la Morena» o «la pobretona». Sus comentarios eran hirientes y provocaron que desarrollara un carácter más agresivo. Recuerdo haberla empujado e incluso haberle dado una cachetada, acciones que no fueron correctas. Lo más preocupante fue que, ante estos actos discriminatorios, los profesores parecían respaldarla y no había defensa alguna contra esta situación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

A.C.

Cuando viajé a Arequipa, en el bus en el que me encontraba, subió un señor procedente de Cañete. En ese momento, otro señor blanquiñoso dijo que las personas negras tienen un olor desagradable y que por la mañana poseen fuerza, pero la pierden por la tarde. Esta actitud me sorprendió y no me agradó porque todos merecemos respeto y somos iguales.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

G.D.

Hace mucho tiempo, tuve una experiencia relacionada con un caso de racismo hacia una amiga que era morena. En la cuadra, sufría acoso por parte de otros niños y niñas quienes no querían relacionarse con ella. Recuerdo que mi abuela fue quien puso fin a esta situación, ella siempre acogía a mi amiga en nuestra casa, y yo también jugaba con ella. Mi abuela la protegía constantemente, ya que también conocíamos a su madre, una persona trabajadora.

En una ocasión, mi abuela confrontó a los demás, haciéndoles entender que esta niña era superior a ellos en virtud de ser buena, noble y tener buenos sentimientos, características que ellos no poseían. Fue un acto que puso en su lugar a aquellos que discriminaban a mi amiga por su color de piel.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

M.R.S.

Cuando era niña, mi hermana, siete años mayor que yo, solía insultarme debido a que ella era blanquita y yo pues, morena. Me llamaba «negra», tiraba mis útiles al suelo y me decía que la única que tiene que limpiar la casa eres tú, considerándome como la sirvienta de la casa. Ella era consentida por nuestra mamita, entonces ella creció, así como la nena de la casa y yo como la empleada. Mi hermana siempre me humillaba de diversas maneras, incluso llegando a la violencia física.

Con el tiempo, ambas crecimos y formamos nuestras propias familias. Sin embargo, en un momento como madres, mi hermana me ofendió a mí y a mi hija, marcando el comienzo de un distanciamiento entre nosotras. Desde entonces, no he sabido nada de ella, y ella tampoco tiene información sobre mí. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.S.G.

En mi entorno familiar, algunos familiares suelen utilizar apelativos desagradables para referirse a mis sobrinos y primos. Considero que esta actitud es inapropiada, ya que cada persona tiene un nombre, y no es apropiado que se utilicen sobrenombres para referirse a otras personas, especialmente cuando no tenemos el derecho de asignarles apelativos que resulten ofensivos o molestos.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

C.P.

Mi hija quien actualmente tiene 17 años fue objeto de discriminación porque tiene habilidades especiales.  Ella es autista, y experimentó  discriminación tanto por parte de sus compañeros como por el mismo personal del colegio Mercedarias. Supongo que se dio porque no había mucha información y fue una etapa difícil, pero ya la hemos superado.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.G.

Cuando era niña, en el colegio sufría de bullying, ya que mis compañeros y compañeras se referían a mi como «negra» y otros apelativos desagradables por los cuales me sentí vulnerada y pasé momentos difíciles.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

N.M.U.

Tengo un amigo afrodescendiente de la escuela, quien pasó por situaciones de discriminación por su color de piel y por su cultura. Mis amigas  le decían que solo a las 12 piensa o cuando llegaba a la escuela le decian que ahí viene «el negro», ellas se referian a él de manera despectiva y los profesores no hacian nada para atenderlo, cuidarlo ni prevenirlo, sino replicaban y fortalecían la discriminación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Y.R.C.

Mi experiencia fue el año pasado, en los carnavales, había una señora de la sierra que puso una piscina para sus nietos y dejó entrar a varios niñitos, pero había un niño bien oscurito. Yo lo metía a la piscina y ella lo sacaba repetidas veces, pensé “de repente se ha equivocado” y volvió a sacarlo. Sentia claro que a la señora no le gustaban las personas de color, y me sentí mal porque su mama había estado mirando desde arriba el trato de la señora hacia esa criatura que no tenia la culpa de nada.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

R.C.T.

Cuando yo estuve en el colegio, una compañera sufrió de bullying por ser de color, ella era de Chincha y tenia la piel morena. Había un grupito de compañeras que la agarraban de punto y le hacían bromas pesadas. Eso se dio por bastante tiempo hasta que un día se puso a llorar de tanto bullying y maltrato que recibía. Ya después eso paso a mayores ya que la tutora se dio cuenta, habló y le contó todo lo que pasaba a la profesora y hubo una reunión entre padres para calmar un poco esa agresividad que había solo por ser una compañera de color que era igual a nosotros.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anonimo

Yo un día estaba en la combi con mi pareja y no le quisieron dar asiento, él estaba con mi bebe en los brazos. Entonces una señora molesta se para y le dice “pero si tu eres hombre” y el le responde “bueno, seré hombre, pero estoy llevando mis cosas y estoy con mi bebe, no porque ustede sea mujer significa que no se pueda parar” y entonces la señora lo comenzó a insultar diciendo “eres un negro de m@6$#” “mirate como eres”, «de tu clase han sido esclavos”, “están acostumbrados, tú puedes tenerlo ahí” por eso preferimos bajarnos del carro y lo dejamos ahí. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

A.B.S.L.

Distrito: Surco

Me sucedió hace unas semanas, me encontraba en una reunión con amigos y estábamos bebiendo alcohol. En un momento uno de mis amigos se dirigió a mí señalando que yo era “chinchana“ cuestión que no soy porque yo soy de otra provincia la cual es Cañete, en ese momento evidentemente me sentí incómoda por su comentario, ya que lo dijo de manera burlona, pero dado su estado de ebriedad, no quería convertirlo en un gran problema ni parecer dramática. Solo le respondí: «Oye, ¿te parece si hablamos de esto después?». Posteriormente, dirigió la misma broma hacia otro amigo que tenía rasgos afrodescendientes más marcados que los míos, entonces, la incomodidad se extendió al grupo, ya que notamos un tono racista en sus comentarios, estereotipando que todas las personas afrodescendientes vienen de Chincha, por lo cual tratamos de explicarle que lo que estaba haciendo era racista, pero debido a su estado de ebriedad, se excusaba diciendo que era solo humor y que él siempre con sus amigos bromeaba así, quienes, según él, no se lo tomaban mal. Esto creó una sensación de incomodidad y normalización de actitudes inapropiadas.

Decidí no abordar el tema en ese momento y hablar con él al día siguiente, cuando estuviera sobrio. Sin embargo, durante nuestra conversación, insistió en que no consideraba sus bromas como racistas porque siempre había estado haciendo ese tipo de bromas con sus amigos que son afrodescendientes y que ellos nunca le habían dicho nada al respecto, es más que sabían que era de broma y que simplemente como a mí me incomodaba su forma de ser, entonces adaptaría su comportamiento cuando estuviera cerca de mí, pero continuaría con sus comentarios en su entorno social con sus otros amigos. En ese momento traté de explicarle que lo que hacía estaba mal que sí era racismo y que excusarse en el humor no era justificación para cubrir esas actitudes, pues lo que estaba haciendo era normalizar ciertas conductas que se han repetido desde hace muchos años y que no estaba bien eso porque la gente lo termina internalizando y asume que a todos los negritos o todas las personas afrodescendientes son de Chincha.

Bueno, esa ha sido mi experiencia y la verdad es que me sentí bastante incómoda, no solo por mí, sino también por mi amigo que estuvo ante esa situación. Siento que nos faltó una especie de guía para abordar el tema y ofrecer orientación, aunque sé que quizás no es nuestra responsabilidad educar a todos sobre lo que es racismo y lo que no lo es. Sin embargo, creo que hubiera sido útil tener alguna herramienta para explicarle a mi amigo por qué sus acciones eran inapropiadas.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.F.

Distrito: Miraflores

A los 6 años, recuerdo haber ido al McDonald ‘s que está en el parque Kennedy con mi mamá. Mientras ella pagaba, yo fui corriendo al segundo piso, como toda niña a jugar a los jueguitos que antes estaban ahí ubicados y me estaba divirtiendo con otros niños, y cabe resaltar que no era la única niña ahí. De repente, un trabajador me sacó de los juegos y me preguntó si tenía padres, si estaba acompañada. No entendía la pregunta y me resultó confuso que me sacara de los juegos. Ver a un adulto desconocido, en ese momento, fue atemorizante. Pero, al ver a mi mamá acercándose con la bandeja, corrí hacia ella, entonces el trabajador simplemente se fue. Ahora, ya adulta en mis veintitantos, reflexiono sobre las dudas que tenía en mi cabeza de niña de 6 años. ¿Por qué me sacaron? ¿Por qué me hicieron esa pregunta? La triste realidad es que no me vieron como una posible clienta; me vieron como una niña de la calle que no debía estar ahí debido a mi fenotipo. A esa edad, no podía comprender completamente la discriminación, pero ahora, lo reconozco y evaluó la situación porque es algo que está unida a mi memoria y me da un poco de pena saber que a una edad tan temprana he experimentado estos eventos en donde me han discriminado, me han visto como alguien que no debía estar ahí. Este evento marcó un antes y un después en mi vida, pues con el paso de los años al entrar a tiendas y lugares conocidos en distritos como Miraflores o San Isidro, estas pequeñas tiendas o boutiques que una simplemente quiere entrar a mirar porque tenemos el derecho de transitar en todos lados, siempre he sentido de actuar de cierta manera o vestirme de cierta manera cuando voy a estos lugares para evitar que me vean como alguien sospechosa.

Mi adolescencia estuvo marcada por el deseo de querer pertenecer y no ser percibida como alguien fuera de lugar, ya a esta edad sé que todos esos han sido experiencias de discriminación, ya que soy una persona racializada en un entorno donde las personas son mayoritariamente blancas.  Me han visto como alguien que no pertenecía a ese lugar y ahora a mis veintitantos cuando voy a una tienda y veo que siempre está el de seguridad con los ojos puestos en ti para que no me lleve algo o cuando sales de una tienda te piden la boleta o si llevas un bolso piden ver el bolso pero siempre eres tú, eres tú la persona racializada la que puede ser la sospechosa y no digo que acepte esta situación pero lamentablemente es algo que vivimos día a día cuando tratamos de hacer nuestra vida cotidiana y normal. 

Recuerdo que una vez le conté esta anécdota a un amigo y él me comentó:  yo nunca he pasado por eso, pero creo que se debe a que nunca he salido de mi realidad. Tengo esto muy en la mente de qué es mi realidad porque una niña de 6 años no puede ir a uno de estos distritos a jugar sin que piensan que es un niña de la calle o que por verte racionalizado piensen que tú no perteneces a ese lugar y eso es lo que me pasó a mí, a mis 6 años, que fue hace muchos años y sé que es algo que aún pasa con muchos niños hoy en día, niños racializados que son discriminados por el color de piel por cómo se ven porque sienten que no pertenecen y es una sensación muy fea saber que aún hay niños que van a tener esta confusión que yo tuve a esa edad y que tal vez no van a saber explicar por qué están viviendo esto. Bueno, es algo que quería comentarles, ya que es algo que caló mucho en mí y hoy en día ya puedo ver las cosas como son y tratar de tal vez hacer un cambio a raíz de reconocer la situación.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

S.

Hace 6 años que llegué a Perú y desde ese entonces he vivido muchos episodios en los que puedo afirmar que he sido violentado por mi raza, mi color de piel y mi procedencia como migrante venezolano. Resulta difícil caminar por la calle, compartir la misma vereda con otras personas, y notar que, al percatarse de mi presencia como persona de piel negra o afrodescendiente, algunos aseguran sus pertenencias y cruzan al otro lado de la calle, son pequeños incidentes que pueden ocurrir en la cotidianidad. Sin embargo, uno de los momentos más difíciles que he enfrentado ocurrió mientras trabajaba en uno de los restaurantes en los que comencé a laborar al llegar a Perú, pues  una persona que estaba haciendo un pedido de repente dijo: no ya  no quiero ordenar absolutamente nada, entonces  la cajera a la que estaba en ese momento apoyando, dijo: pero  ¿Cuál es el problema, le podemos ayudar en otra cosa? y él le dijo: Bueno, si me atiendes tu, quizás sí puedo comer pero no quiero que me atienda  él y me miraba así de forma despectiva. Lo bueno fue que pude tener este apoyo de los jefes que en ese momento estaban en el restaurante, pero enfrentar el racismo directo de esa persona en ese lugar fue una experiencia difícil.

Estoy aquí, sobreviviendo día a día, porque el racismo persiste y es una realidad con la que debemos luchar no solo a nivel individual, sino también de manera colectiva. La lucha contra la discriminación se vive a diario.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

J.F.

Distrito: Pueblo Libre

Cuando estaba en primaria, le dije a una chica que me gustaba y la chica me dijo que no porque era negro; eso afectó mucho mi autoestima, ya que  durante mucho tiempo me costó, de verdad, enfrentar el hecho de ser negro y cómo iban a ser las relaciones amorosas en ese aspecto, lo cual fue fuerte, pero con el pasar del tiempo conociendo nuevas amistades y conociendo otro tipo de chicas, pues me ayudó mucho con mi autoestima, con mi autoconocimiento y me ayudó a valorarme más y entender que pues ese tipo de  pensamientos existen y así como me pasó a mí pues le puede pasar a cualquier cantidad de chicos aún en la actualidad y la idea es  que ellos encuentren referentes positivos que hagan que puedan valorarse bien delante de otras personas y que ese tipo de comentarios no les afecten tanto como me afectaron a mí en su momento.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

S.B.

Distrito: San Juan de Miraflores

Cuando me piden recordar alguna experiencia racista se me hace un tanto complicado porque hay tantas experiencias distintas, más o menos significativas, que uno pueda haber atravesado, como esas experiencias que uno tiene cuando se habla sobre esclavitud en los colegios y todo el mundo te queda mirando; todos los apodos, chistes o bromas que hacen los compañeros siempre rondan en torno al color de piel o mi origen étnico, todas esas cositas las recuerdo, como cuando subes al carro que puede pasar todos los días y la gente guarda sus cosas o cuando los guardias de seguridad en los centros comerciales te persiguen, esas son cositas que se pueden recordar pero más específicamente, una vez cuando tenía alrededor de 11 o 12 años, regresaba del colegio en un micro con mi hermano y yo estaba sentado, entonces cuando estaba a dos cuadras de bajar, recuerdo ver a un señor mayor parado y ofrecerle mi asiento debido a que yo estaba a punto de bajar, sin embargo, al parecer el señor también estaba a punto de bajar y al parecer había estado parado por un tiempo, lo cual le molestó y decidió desquitarse conmigo y mi hermano e insultarnos específicamente por nuestro color de piel. La situación fue un tanto complicada, un tanto dura, no supe cómo actuar porque bueno yo le ofrecí mi asiento y el señor dijo:  No quiero nada, ya voy a bajar, ustedes han estado sentados hace rato y recién quieren ofrecerme el asiento y yo le dije: Bueno, señor disculpe, no lo vi y el señor respondió: Así son ustedes, así deben ser todos los de Nigeria, ahí lo habrán aprendido y cosas así que yo solo atiné a responderle: Señor, nosotros somos de Perú, entonces el señor se bajó. Fue una experiencia un tanto complicada, difícil de asimilar que me hizo sentir más que miedo o tristeza, rabia.  Esta experiencia la comenté con mis padres y ellos intentaron explicarme y ayudarme.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP. 

L.

Bueno,  en realidad sí me afectó un poco porque me agredió pero en fin como que tipo vi a la señora y la señora como que entre lo anciana y no tan anciana, pero luego cuando ya, porque no fuimos obviamente, pero cuando regresamos la vi a la señora así como que triste en el suelo y es como que tanta cólera, que tanta rabia puede tener una persona por algo, por alguien o  por cualquier cosa que quizá no se sabe si esa persona la está pasando mal o peor, entonces sí  me agredió y todo, pero creo que uno nunca sabe cuáles son los demonios que tiene uno dentro. Solamente espero que la señora esté bien porque hasta a los peores enemigos se les tiene que desear el bien.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo, mujer

Cuando estaba en 5to grado de secundaria tenía un profesor que siempre me bajaba la nota sin alguna razón, solo lo hacía a mí, llegó al punto de hacerme llorar todos los días en el colegio, mi madre fue a hablar con el profesor y la directora, pero nunca hicieron nada a pesar de tener pruebas.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo, mujer

Casi toda la vida he llevado el cabello lacio y cuando dejé de hacerlo así, muchas personas empezaron a decirme que era sucio, recibía muchos comentarios xenofóbicos, dificultad para relacionarse y encontrar trabajo, nunca encontré una solución a esto, solo ignorar estos insultos.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.M.P.C.

Hace un par de años, en mi centro de trabajo, el jefe de un área diferente a la mía, cada vez que me veía hacía «bromas» sobre mi cabello o sobre lo que yo iba a hacer. Decía frases como “¿Qué has traído?, ¿Has traído mazamorra o arroz con leche?” y se reía, era una situación bastante incómoda debido a su cargo superior, pues es más difícil enfrentar la situación. También hacía comentarios sobre mi cabello, por ejemplo cuando lo peinaba hacia arriba me decía: “te traigo el huesito para ponerlo”. Cuando me retiré tuve la oportunidad de hablar directamente con esta persona, se disculpó y me dijo que en realidad nunca se había cuestionado el hecho de que eso podía ser insultante y humillante para mí y me recalcó lo beneficioso de habérselo dicho porque no se lo habían comentado nunca antes.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

B.R.A.S.

Distrito: San Martín de Porres

He vivido el racismo desde que soy muy pequeña y con el tiempo lo he ido notando mucho más, cuando entraba en un centro comercial con mi mamá, el guardia de seguridad nos quedaba mirando como si fuéramos a robar algo, incluso nos pedían revisar nuestras compras, pero no lo hacían con los demás clientes, es así que no me daba cuenta del racismo, pero con el pasar de los años fui notando y diferenciando. Un punto clave para comenzar a ser activista, fue lo que viví en el colegio, se metían con las características físicas de mi cuerpo, denuncié el hecho en mi colegio e incluso ante la UGEL, pero no hubo respuesta inmediata y el caso fue invisibilizado.Ahora ya cuento con los medios y conocimientos para seguir el caso y poder darle el final que siempre quise, pues cuento con las voces y el apoyo para denunciar este tipo de hechos

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

B.N.A.

Soy una mujer afroperuana y he pasado por muchas situaciones de racismo, una de estas y la que más me duele fue cuando tenía 6 años. Estaba en el colegio y quería jugar vóley, los niños estaban jugando con su pelota, yo me les acercaba y me decían: “no, tú no puedes jugar porque eres negra y vas a ensuciar mi pelota y porque tu cabello tiene piojos”. Mi cabello es ruloso y debido a las burlas yo lloraba y me sentía mal. Mi solución era lacearme el cabello y así viví 3 años de mi vida, todo cambió cuando conocí asociaciones afroperuanas y centros culturales donde me hicieron ver la importancia de sentirte orgullosa de mi cabello, de mi voz, esto fue lo que me motivó a decir orgullosamente que soy afroperuana y afrodescendiente y espero que en un futuro se logre eliminar completamente el racismo. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo, mujer

Cuando estaba en el colegio, me hacían bullying por tener el cabello crespo, no me daba cuenta de cómo repercute eso en mi identidad hasta que crecí y cumplí 18 años. Comencé a adentrarme en el feminismo, lo cual ayudó a autoidentificarme como afroperuana. Logré entender que lo que yo viví no fue solo bullying, sino una expresión de racismo que nos afecta fuertemente a las afroperuanas, pues sufrimos de una doble violencia, por ser negras y por ser mujeres, esto en conjunto con el cumplimiento de estándares de belleza globalizados: el ser rubia, delgada, con una nariz respingada, el cabello lacio y todo lo que tiene que ver con lo blanco, afectan mucho más cuando eres una niña. El tema del cabello es muy importante, aunque puede parecer un tema trivial, en realidad es algo que nos afecta bastante e influencia en nuestro proceso de autoidentificación  como afrodescendientes. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

G.C.T.

Desde pequeña creía que algo en mí estaba fallando, soy afroperuana y es notorio por mi cabello, pero algo que también era notorio era mi voz. Con amistades, en el colegio, hasta cuando iba a pasear, yo quería crear lazos de confraternidad con otras personas, pero las personas se burlaban o alejaban de mí por mi voz, consecuencia de ello es que mi personalidad se volvió muy cohibida, por un tiempo pensé que yo realmente era así, pero luego me di cuenta que era por culpa de las personas y lo que me decían, dejé que esos malos comentarios me chocaran internamente y tardé buen tiempo para darme cuenta que yo no soy el problema, es el rededor, es lo que piensan y entendí que eso no debe afectarme. Surgieron otras formas de mostrarme, como es el baile, pero mi voz también es importante, es muy válida, esta inseguridad era lo que me hacía una chica que se encerraba en el pensamiento de lo que parecía ser yo, pero que era todo lo contrario.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

L.Z.M.

Distrito: Mala, Cañete

Me pasó en el trabajo, estaba con un grupo de compañeros de trabajo, se han referido a mí como Eva Ayllón, Bartola, color cucaracha hasta color puerta, pero no soy de las personas que le afectan mucho lo que les dicen, me da igual, pero si te pones a pensar, puede que yo lo tomé normal y no me afecte, pero hay personas que sí porque son más sensibles y se sienten mal con estas actitudes. No hay conciencia acerca del respeto hacia las personas afrodescendientes.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

R.M.

Una compañera de trabajo una vez me dijo: “¿Por qué no te laceas? se te vería más bonita, más ordenada con el cabello lacio, se te vería mejor”. Siempre recuerdo ese comentario pues afirma que el cabello crespo no es bonito, piensan que es desordenado y yo por mucho tiempo usé varios tratamientos químicos, hasta que llegó un momento que dije no, basta ya de esconder mi cabello y es ahí donde decidí pasar la transición, cortarme el cabello y aceptarlo tal como es. Actualmente yo trabajo en la industria farmacéutica, han sido empresas bastante inclusivos, no he tenido este problemas de discriminación por raza o género, sin embargo, en el entorno amical, siempre han habido comentarios desatinados, pero personalmente creo que cuando uno sabe lo que es y el valor que tiene como ser humano y persona, son cosas que lse deben tomar como de quien viene, pues así como llegan, se van.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

S.C.

Distrito: Villa el Salvador

Soy una mujer afroperuana de 33 años, soy cirujano dentista, mi episodio con la discriminación sucedió cuando postulaba a un trabajo en Miraflores para una clínica la cual no recuerdo el nombre, se veía que era un lugar en el que solo ingresaba gente blanca, no sabía eso hasta que llegué y sentí la mirada incómoda de las personas que estaban allí, pues fueron muy cortantes para la entrevista, me decían:“ya, ya se hizo esto, ya te puedes retirar”, a raíz de eso supe que no resultaría lo del trabajo. Otro episodio que tuve fue en un trabajo donde estuve por lo menos 3 años, la jefa hacía comentarios como:” tus manos son muy delicadas o pequeñitas para ser una mujer negra” o “has quedado embarazada, tu hijita puede ser la mascota del consultorio”, yo era activista en ese entonces, pero si yo dejaba de trabajar, iba a pasar precariedad porque dejar un trabajo y saltar a otro no es cosa fácil, puedes quedarte meses sin trabajar y eso afecta la economía tanto de tu hija como de tu familia, por lo que debía tolerar ciertos comentarios racistas para poder tener ingresos y poder mantener a mi familia.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo.

Soy una mujer afroperuana, quiero contar mi caso en el que sufrí racismo, el cual no fue de forma directa, pero me sentí muy mal cuando sucedió porque se llevó a cabo en un ambiente donde supuestamente yo debía sentirme protegida, fue en un aula de la universidad y el docente que estaba dictando el curso se salió completamente del tema para hacer un comentario racista e indicar que todas las personas negras nos dedicamos a la delincuencia, no sé por qué sintió que tenía el poder de soltar ese tipo de comentarios en el salón, yo era la única persona afrodescendiente en el aula y en el momento que escuché no pude decir nada, mi indignación vino después cuando me di cuenta del abuso que él había cometido al decir eso porque inicialmente lo único que sentí fue vergüenza y agaché mi cabeza para que nadie me mirara, puesto que yo era la única persona negra del salón. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Y.L.S.F.

Es pasada. Era más discriminación por mi cabello en primaria, porque había chicos que decían que debía sentarme a allá, porque adelante estorbaba cuando estaba con el cabello suelto o con una cola, porque mi cabello se le ponía afro, digamos, y le decía que estoy incómoda y me incomodaba y me decían que no, porque debería desglasearme y que vaya a quedar porque te incomodas. Y ya. Entiendo. Tantito. Cuando hacía trenzas, muchos me decían que me parecía a OZUNA.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo, mujer.

Bueno, tengo una pasada aproximadamente cuando tenía 8 años, 8 o 7 años. Bueno, sobre todo por el tema del cabello. Creo que es algo que muchos afrodescendientes a lo largo de nuestra vida tenemos que afrontar, ¿no? Porque tengo el cabello como tiende a ser, no sé, pues esponjoso y otras personas tienen a verlo como desalineado incluso, ¿no? Entonces, bueno, cuando era pequeña en el colegio siempre me hacían esa comparación con Eva Guillón, pero de una manera, no de, ¡ay, que pareces a ella! No de una manera, ¿cómo decirlo?, de halagarte, sino de una manera de minzarte o de, ¿cómo decirlo?, de una manera despectiva. Entonces, hacían esa comparación y, bueno, como eres una niña realmente, pues se generan ciertos complejos, ¿no? Incluso la idea de querer alisarlo, plancharlo, ¿no? Entonces, yo creo que esa es una experiencia que he tenido de discriminación y, bueno, realmente como era por parte de otros niños, pues hasta cierto punto lo he llegado a entender porque realmente solo repiten lo que otras personas o los adultos, sus entornos les dicen, ¿no? Entonces, ahora que estoy más grande y estoy más consciente de mis raíces, de mi realidad y de que mi cabello realmente no es desalineado, sino es muy bonito. Entonces, como que ya lo he asimilado y he podido superar esa situación, ¿no? Pero creo que hay muchas personas que enfrentan cosas más difíciles. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

K.M.

Hace cuatro años, en mi búsqueda de empleo como contadora, experimenté una situación que me marcó. Durante la entrevista de trabajo, pude percibir cómo mi apariencia física, específicamente mi color de piel y cabello, se convirtieron en un filtro subjetivo para evaluar si era adecuada para el puesto. Fui objeto de miradas y gestos que dejaron claro que se estaban haciendo juicios superficiales sobre mí. A pesar de haber estudiado y tener experiencia laboral, la atención que recibía estaba enfocada más en mi apariencia que en mi capacidad profesional. Fue chocante darme cuenta de que mi valor como contadora estaba siendo juzgado por criterios irrelevantes, en lugar de ser evaluada de manera objetiva y justa. Sentí cómo la discriminación se apoderaba del proceso de selección, anulando mis logros y cualidades, y relegándome a un estereotipo impuesto por prejuicios sociales arraigados.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

W.C.S.

Cuando tenía tan solo 10 años, en la familia de mi mamá, pasó algo que no podré olvidar. Recuerdo claramente un día en que uno de mis tíos maternos me llamó «negra» de una manera despectiva e hiriente. Mi madre, quien es de tez blanca al igual que el resto de mi familia cercana, también presentaban una apariencia diferente a la mía. Por ello, esa palabra hiriente me hizo sentir diferente, cuestionándome sobre mi identidad y pertenencia a mi propia familia.  Me sentí vulnerable y confundida, preguntándome por qué alguien cercano a mí me había tratado de esa manera. Esta experiencia me hizo reflexionar sobre la importancia de la empatía y el respeto hacia los demás, sin importar su apariencia física o cualquier otro aspecto superficial, porque puede dañar la identidad de una persona.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.A.O.B.

Cuando era niño, durante mi infancia en el colegio, viví una experiencia que me marcó. Mis compañeros de clase comenzaron a ponerme apodos despectivos y llenos de burlas. Cada vez que escuchaba esos apodos, sentía que mi autoestima y mi confianza se veían dañadas, porque pueden parecer simples palabras, pero para un niño que no entiende porqué lo molestan tanto por como se ve, es muy hiriente y triste. Con el tiempo aprendí a no hacer caso a esos apodos y tomarlos como de quien viene, sin embargo aún es triste recordarlo.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

J.C.F.

Hace poco viví una situación extraña, estaba yendo a recoger a mi esposa de su trabajo porque ella es profesora de danza afro, estaba dando unas clases todavía cuando llegué por lo que me estacioné afuera del local. Habían dos carros delante mío, uno era una camioneta y el otro un auto, me estaciono y se me acerca un tipo que parecía ser el de seguridad y me dijo que me mueva, yo le dije que estaba esperando a mi esposa y me dijo que ahí no se podía estacionar y yo le muestro que adelante habían dos carros, los dueños no eran morenos, eran de tez blanca, así que le dije: “¿por qué no los mueves a ellos? si ellos se mueven, yo me muevo”, al final no llegó a moverme porque le dije que los mueva, yo sentí que era por el tema de la piel, me sentí diferenciado por eso.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.P.T.L.

He pasado por varios comentarios ofensivos en el pasado, algunos camuflados como bromas normales. Sin embargo, recuerdo uno en particular que me impactó profundamente, ya que me sentí sola y sin saber cómo reaccionar.

Sucedió en el colegio, cuando un profesor me comparó con Celia Cruz, la famosa cantante de salsa. Todos mis compañeros rieron pensando que era una broma, pero para mí no fue nada gracioso, sino sumamente ofensivo. Sin tener confianza en el momento, respondí al profesor de manera inadecuada, lo que dejó a todos sorprendidos y en silencio.

Lamentablemente, mi reacción fue malinterpretada y me etiquetaron como una persona maleducada. Sin embargo, para mí, solo sentí que estaba defendiéndome ante un comentario hiriente.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

O.E.P.G.

Durante mi etapa en la primaria, en mi centro de estudios, mis compañeros y compañeras solían molestarme constantemente debido a mi color de piel y la forma de mi cabello. Esta situación me generaba mucho enojo, molestia e incluso ira, ya que me sentía injustamente juzgada y discriminada por algo que estaba fuera de mi control. A pesar de que me quejaba con la profesora, ella no le tomaba la debida importancia al problema. Esta actitud me hacía sentir frustrada e insegura en mi escuela, ya que parecía que no había un lugar seguro donde pudiera expresar lo que sentía y me pasaba.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

R.A.C.P.

En mi propio barrio, después de salir de una reunión de amigos en bicicleta, me vi impedido de seguir mi trayecto por el dueño de una casa, quien resultó ser el padre de mi amiga. Me retuvo a la fuerza y me obligó a volver a su casa para confirmar si la bicicleta era realmente mía o si la había robado. Esta situación me dejó profundamente decepcionado, ya que esperaba ser tratado con respeto y confianza en mi propio vecindario. Por fortuna, mi amiga se disculpó por la actitud de su padre y me permitió finalmente continuar mi camino. Teniendo 23 años, este incidente me hizo reflexionar sobre la importancia de combatir los prejuicios y promover la igualdad en nuestras comunidades.

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S.M.G.V.

Mi experiencia ha sido bastante fastidiosa porque eso me ha traído muchos problemas emocionales, tanto que hasta ahora me cuesta aceptar algunos rasgos míos, por ejemplo el tener los labios gruesos o el ser de un color más oscuro. Cuando estaba en quinto grado de primaria me tuve que cambiar de colegio porque era demasiada la discriminación,me hablaban como si yo fuera de otro planeta, así como hablan las tribus o me decían: “no te sientes a mi costado porque me vas a negrear” o “no me toques, negra”. A los 13 ya lo había superado un poquito, sin embargo, me volví agresiva, pues reaccionaba siempre a la defensiva. A los 14 años cuando participé en un concurso que se llamaba “La Valentina” es donde me identifico como afroperuana porque tenía compañeras que eran de mi mismo tono de piel, empecé a juntarme con ellas y a sentirme cada día más orgullosa, no puedo negar que se me han quedado algunas cosas, pues a veces me acomplejo, pero creo que lo he superado en una gran parte.Hay veces en las que entro a las tiendas de Ripley o Saga y me persiguen pensando que me voy a robar algo y se nota bastante, tanto así que tienes al guardia de seguridad atrás, pensando que te vas a robar algo porque no puedes comprarlo. Actualmente soy profesora de danzas, en una oportunidad, mi esposo me fue a recoger al nido en el que trabajo, me acerqué a él porque me iba a entregar un paquete y una señora nos dijo que nos vayamos, ni siquiera estábamos cerca de la señora, le dije a la señora que yo trabajaba ahí y me dijo que sí sabía, pero que necesitaba que nos fuéramos porque su mamá se ponía nerviosa debido a que había un carro, no estábamos ni mal vestidos, solo estábamos ahí estacionados, ese día me sentí bastante triste. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

R.B.Z.F.

En mi trabajo como reportera, recibí constantes comentarios para sujetar mi cabello y usar colores claros para resaltar en la cámara. Decidí no hacer caso a estas sugerencias, pero poco después fui trasladada a otro área sin recibir una explicación fundamentada. Esta situación me generó un profundo sentimiento de enojo, molestia e ira, ya que sentí que estaba siendo discriminada y que mis habilidades y talento no eran valorados en mi espacio de trabajo.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.N.O.S.

Trabajo como agente de atención al cliente desde casa, y en nuestras reuniones de Zoom para apoyarnos en casos diarios, una compañera comenzó a hacer comentarios racistas sobre clientes afroestadounidenses. Le advertí que la reportaría si continuaba, pero ella afirmó falsamente ser una mujer negra y me acusó de victimizarme. A pesar de esto, dos días después, persistió con comentarios insinuantes. Planeaba llevar el caso directamente a recursos humanos, pero mi supervisor se enteró y me prometió hablar con ella. Sospecho que ella ha estado divulgando su versión de los hechos en otros espacios, lo cual me preocupa porque podría afectar negativamente mi trabajo.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.E.L.L.

El año pasado, asistí a una reunión para conmemorar los 100 días de trabajo del Alcalde de Lima, junto con un grupo de emprendedoras. Durante el evento, cuando el alcalde mencionó un saludo para las emprendedoras, nosotras gritamos para hacernos presentes. Sin embargo, en medio de la emoción, una emprendedora que estaba delante de mí hizo un comentario despectivo al decir «gritamos como negras».

En ese momento, me sentí ofendida por su comentario racista. No pude quedarme callada y le respondí preguntándole si las emprendedoras blancas tenían un tipo diferente de grito. La situación me hizo sentir incómoda e indignada, y decidí retirarme de la reunión.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Y.V.V.L.

Soy artista plástica y también abogada, una mujer afrodescendiente nacida en Venezuela. Hace poco, mientras exponía mis pinturas en mi Stand en una feria en Miraflores, un cliente se acercó y admiró mis piezas artesanales, mostrando gran interés por ellas. Sin embargo, a pesar de sus halagos y elogios sobre la belleza de mi trabajo, me sorprendió profundamente cuando me confesó que no me compraría porque, según él, no solía adquirir obras de artistas negras ni venezolanas.

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M.M.B.B.R.

Hace aproximadamente una semana, tuve una experiencia en mi trabajo en una campaña publicitaria que me dejó un poco desconcertada. Durante la jornada laboral, casi todos mis compañeros me preguntaron de dónde era. Sin embargo, noté que algunas personas parecían desilusionarse al descubrir que era de Lima, debido a que, lamentablemente, existe una percepción errónea de que los afroperuanos solo somos de Chincha o extranjeros. Esta situación me hizo sentir incómoda y frustrada por el estigma que aún enfrentamos las mujeres afroperuanas en el ámbito laboral. Es decepcionante ver cómo algunos estereotipos y prejuicios limitan la percepción que tienen de nosotros y pueden afectar nuestras oportunidades en el trabajo.

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D.S.A.F.

En más de una ocasión, al compartir con mis amigos mis experiencias de racismo, me han respondido con la frase «pero tú eres morenita nomás, no eres negra». Esta reacción me ha tomado por sorpresa y me ha generado sentimientos de tristeza, confusión y hasta enojo. Es difícil entender cómo pueden minimizar o invalidar mis vivencias basándose en mi apariencia. Como mujer, siento que mis experiencias de discriminación racial no deberían ser desestimadas por el tono de mi piel. Espero que mis amigos puedan comprender la importancia de escuchar y apoyar a quienes enfrentamos el racismo, sin importar cómo nos veamos externamente.

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C.S.J.

Muchas veces, parada en algún paradero, como mujer afroperuana, he vivido situaciones incómodas. La discriminación racial y el acoso callejero son problemas que enfrento con frecuencia. Lamentablemente, en ocasiones, no encuentro lugares adecuados para hacer la denuncia, lo que me deja con un sentimiento de impotencia y frustración. En algunos casos, he optado por ignorar a los agresores para evitar situaciones más complicadas, pero eso no significa que no me afecte emocionalmente. 

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Anónimo.

Distrito: Comas

Fui a un conocido cine, y sin motivo alguno me registraron, cuando pregunté la razón me dijeron que era protocolo general, pero noté que solo me habían revisado a mi. Yo pregunté a la encargada sobre cuál era su protocolo de revisiones y no me dieron razón, me dijeron que era sospechosa de llevar armas punzo cortantes y no me dieron más respuesta. Me sentí realmente incómoda. 

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Anónimo.

Distrito: Cercado de Lima

Mi abuelo siempre fue una persona racista, por lo cual cuando mi papá pretendía a mi mamá se le hizo muy difícil acercarse a su familia, como consecuencia, nosotros sus hijos nunca tuvimos acercamiento a la afrodescendencia. 

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Anónimo, mujer.

Distrito: Carabayllo

Yo estaba capacitada en secretariado y a pesar de eso me dijeron que tenía que alisarme el cabello mientras este en las oficinas, no acepté y por estas razones me negaron el trabajo para el cual cumplía todas los requisitos. 

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Anónimo.

Hace un año y medio, se filtraron en redes sociales fotos y videos mios de índole sexual, intente que se borre la publicación pero estuvo en redes por 2 dias, la persona responsable de la filtración de estos videos se jactó muchas veces que se sentía orgullosa ya que cumplio su fantasia de estar con una persona negra.

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G.H.

En el caso de mi familia, son de Mala Cañete y en mi etapa universitaria pude investigar casos de procesos culturales migratorios, y me di cuenta que en mi familia no hay identificación con la comunidad, ni con sus antepasados ni en el lugar donde se ubicaron luego de la migración. Siempre me pregunté porque dejamos atrás esas prácticas de los antepasados y considero que como afrodescendientes lamentablemente no se busca cuidar las tradiciones propias de la cultura, considero que es una temática que me interesa investigar desde la antropología. 

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Anónimo.

Siempre he vivido opresión a lo largo de la vida, he tomado consciencia de mucha discriminacion de la cual he sido víctima y que me acostumbre tanto que en su momento lo ignoraba, pero todo lamentablemente ha llegado a un punto en el que sé que estoy siendo discriminado pero no se como defenderme y opte por ignorar para no sentirme mas incomodo. ¿Cada quien se protege como puede no?.

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Anónimo, mujer.

Hace un año fui diagnosticada por una enfermedad y de alguna manera esto me genera cierta discapacidad, eso ha hecho que me miren y me traten diferente pero para mal dentro de los hospitales. Trato de seguir con mis actividades pero en la misma universidad me hacen menos. 

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Anónimo.

Hay mucha discriminacion en mi familia, mi tía no se aceptaba como una persona afrodescendiente y ella hacía comentarios racistas incluso a su propia hija, no le aceptaba el cabello y buscaba alisarlo. Esta situación viene desde la mamá de mi tía que también se comportaba así cuando ella era más joven, este patrón se fue repitiendo y se hizo muy normal porque se creía que el cabello lacio es más ordenado y se ve mejor a llevar el cabello afro natural. 

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Anónimo.

Habían comentarios racistas entre personas afrodescendientes, yo tenia una compañera en el colegio que era afro y ella siempre que iba a mi salón la molestaban por sus rasgos físicos, le decían ¨chora¨, yo le dije que ella hable sobre lo que le pasaba y ella dijo que jamás había sido discriminada por ser afro, lo cual me sorprendió y me puso en una situación muy incómoda.

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Anónimo, mujer.

En mi trabajo me hicieron una crítica a mi aspecto, me dijeron ¨la negrita mazamorrera subió de peso¨, al principio lo de ¨negrita¨ no me molestó pero sí me molestó el comentario sobre mi peso. 

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Anónimo, adolescente, mujer.

En el colegio me molestan mucho con el personaje del negro mama, yo los ignoro porque soy nueva. Pero ya con el tiempo dejaron de decirme asi pero si fue muy feo para mi, pero me dio miedo a que me molesten peor. 

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Anónimo, mujer.

Empecé a salir con un chico y me dijo que era la primera vez que le gustaba una morena, ese comentario se me hizo fuera de lugar porque yo no me considero ni me siento diferente por mi color de piel. 

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Anónimo.

Cuando tenia 5 años en mi casa había una bodega, una vez vino una persona a atenderse y dijo que los negros solo pensaban hasta las 12, yo no entendí que pasaba.

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Anónimo.

Tengo 2 familiares que se hacían bromas, se menospreciaban por su color de piel y se notaba mucho que para ellos ser negros era algo malo o tachable, nunca entendí por que. 

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Anónimo, mujer.

Mi mama es afro y mi papá es de la sierra, yo crecí conociendo esas dos raíces y vivía muy orgullosa, pero vivía cerca de un familiar paterno que siempre nos excluía a mi mama, a mi hermano y a mi. Cuando estábamos en privado nos trataba bien pero cuando había más gente nos hacía para un lado y nos excluía, ya cuando crecí me di cuenta que era porque éramos afrodescendientes, me dio mucha. Hasta el día de hoy se me hace muy injusto. Ahora de grande compartiendo anécdotas, mi papá me contó que incluso a él ya que es el más oscuro de sus hermanos, esta persona negaba que eran hermanos.

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Anónimo, varón.

Entre mi mamá y mi tía, mi tía tiene más rasgos afroperuanos. Mi mamá siempre ha sido la favorita y en su familia trataban mal a mi tía, siempre hay esa distinción. Ahora lo mismo para con mi hermano y yo, mi familia materna constantemente nos hace distinción.

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Anónimo, niño.

Distrito: Barranco

En mi colegio mi profesor me molesta mucho con personajes negros, me hostiga mucho y mis compañeros me molestan por ello. Ahora estoy yendo al psicólogo para estar bien. 

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Anónimo, mujer.

En la universidad para presentar mi cv, en mi foto yo tenía mis rulos y la profesora me dijo que cambie la foto porque me veia descuidada y sucia, le pregunte porque si yo me había peinado, pero la profesora me dijo que mi presentación se veía mal y poco profesional. 

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Anónimo.

A mi compañero le dijeron ¨san borja¨ de manera bien fea, el hacía cola en la farmacia en tiempos de pandemia, el habia ido a comprar mascarillas, pero se demoro en elegir y la persona que estaba atras de el se enojó mucho y empezó a decirle ese tipo de cosas y le decía que era tonto y que seguro no tenia ni dinero para comprar la mascarilla. 

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Anónimo, mujer.

Estaba en una reunión y una de las personas me empezó a decir que era ¨una negra de chincha¨ y otros comentarios feos. Un amigo me defendió pero los demás no hicieron caso y dijeron que me tomaba muy a pecho las bromas, solo me aleje de las personas y ya. 

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Anónimo, mujer.

Distrito: San Juan de Lurigancho

Hace unos años sufrí de xenofobia a pesar de que soy peruana. Yo estaba cruzando la pista y un señor que pasaba con mototaxi me metió la moto y le reclamé, y esta persona se expresó con muchas groserías pero lo que más me dolió fue que me decía que yo que iba a saber si este no era mi país. 

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Anónimo, mujer.

Distrito: Miraflores

Estaba haciendo compras en un centro comercial en Miraflores, y habían 3 cajas para pagar, me acerqué a hacer cola ahí, en la fila se me acercó el de seguridad del local y me pidió que me retirara, como la caja era preferencial, pensé que era por eso así que solo me fui, pero luego noté que una señora blanca que parecía de otro país por su forma de hablar, le reprocho al de seguridad porque me retiraba justo a mi, ahí me di cuenta pero mejor solo me fui para evitar más problemas.

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Anónimo, niño.

Distrito: San Martín de Porres

En mi clase de historia del perú estábamos en el tema de la independencia del perú, y la profesora tenía cosas del curso y me dijo ¨esclavo ayúdame a cargar estas cosas¨, le conté a mis papás y ellos fueron a reclamar al colegio y la sancionaron por una semana. 

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Anónimo, mujer.

Mis tías tienen el cabello muy afro y antes les pasaban el peine caliente para alisarse el cabello, ellas vivían en una comunidad blanca así que creo que querían encajar también. Al final maltrataban su cuero cabelludo también. 

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Anónimo, varón.

Trabajo en una institución pública, uso terno y el pase para ingresar. Un día que no me tocaba ir, me llamaron porque necesitaban firmar unos documentos entonces como estaba fuera de casa fui deportivo porque estaba en otra actividad. Ingresé y al momento de subir al ascensor habían unas señoritas y en voz baja según ellas empezaron a decir ¨Estos de limpieza deberían usar otro ascensor¨ a lo cual me identifiqué y resultó que yo era su superior, les llamé la atención ya que aunque así fuese el de limpieza, no había razón para decir esas cosas. 

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F.B.

Distrito: La Perla, Callao

Estoy estudiando para enfermería, y voy con uniforme respectivo. Para ir a mi instituto una de las vías es el corredor, recuerdo que cuando estaba por lince, subieron unas señoras mayores blancas. Para esto yo estaba sentada en asiento preferencial pero porque ya iba a bajar y en realidad el bus estaba vacío, pero estas señoras antes de siquiera pasar su tarjeta por el censor, empezaron a decirme ¨ignorante porque usas el asiento reservado si tu eres joven¨ y entre todo lo que me dijeron fue que las empleadas de chincha cada día estamos más respondonas, y así se fueron hablando cosas hasta que me baje y bueno, ya no las vi. 

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D.F.R.

Distrito: Breña

La verdad yo nunca he sido bueno para los deportes, nunca ni en el colegio, hace poco ingresé a un nuevo trabajo en una empresa como parte del área de arquitectura, ya que estoy haciendo prácticas pre profesionales. En esta empresa hacen integraciones deportivas y me invitaron, al final al equipo de futbol de varones les faltaba una persona, y todos de la nada empezaron a pretender que entrara a jugar yo, me dio mucha risa al ver sus caras pero me enojé cuando empezaron a decir que era un ¨negro bamba¨ que como no iba a saber jugar futbol, apartir de ahi ya no voy a ninguno de esos eventos de integración.

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Anónimo, mujer.

Distrito: San Borja

Tengo una niña de 12 años, ya está en primaria y sus compañeros le paran haciendo bromas pesadas, estoy tratando de educarla con orgullo sobre su color y su cabello, pero la verdad que es bien difícil. Hace un tiempo mi niña vino llorando y me dijo que una profesora le había llamado la atención muy feo porque no podía ingresar con las trenzas que yo le había hecho por qué le quitaba el respeto al uniforme de la institución, ella llegó con la mitad del cabello hecho y el otro no por qué ella misma se había intentado arreglar en el baño y al no poder se frustró. Al día siguiente fui a quejarme con el director sobre esta profesora, a lo cual tilda de exagerada mi reacción, desde ahí estoy pendiente a todo, pero definitivamente el próximo año estoy por cambiarla de colegio. 

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Anónimo.

Cuando me reconocí como persona homosexual tuve muchos problemas, pero jamás creí que el ser afro iba a tornarlo mucho mas violento. Recuerdo que cuando les conté a unas compañeras del colegio en una reunión de promoción, me empezó a decir cosas como ¨Que desperdicio de negro¨, y se reía, jamás le vi lo gracioso. También es super incomodo cuando utilizan mi sexualidad como tema de estudio, y conversando con mis amigues también les ha pasado pero definitivamente la racialización lo torna en distinta manera. 

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Anónimo.

Distrito: Surquillo

Mi familia y yo somos personas afroperuanas, hace un tiempo comencé mi proceso de autoidentificación étnica y al día de hoy trabajo en una organización afroperuana. Mi familia nunca comprendió el punto de identificarse como persona afroperuana o afrodescendiente, y recuerdo que una vez en un almuerzo familiar me empezaron a preguntar sobre el trabajo que hacía en la organización, al explicarles me dijeron que ellos no entendían por qué ¨los negros no quieren trabajar y quieren que el estado les de todo¨. Es muy doloroso ver cómo los mismos afrodescendientes hemos normalizado el racismo.  

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Anónimo.

Distrito: San Miguel

Soy estudiante de sociales en una universidad pública y soy una mujer joven afrodescendiente y me pronuncio como tal. A pesar de que mis compañeros de carrera son conscientes de eso, no he sido ajena a sus comentarios. Hace un mes, una compañera se me acercó y me dijo que había ¨visto a mi abuela¨ en un transporte público, lo cúal me confundió por qué mi abuela no suele salir a la calle sola y luego me dijo que había sido ¨una broma¨ porqué había visto a una mujer negra en la calle y que todas las personas afro somos ¨iguales¨. 

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Anónimo.

Distrito: Villa el Salvador

Estaba en el pasillo de la cafetería de mi instituto y se me acercó un conocido y empezó a hacerme bromas sobre mi aspecto físico comparándome con cantantes afroperuanos, al principio no le di importancia pero se dedicó a repetirlo cada vez que me veía durante ese día. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

G.V.

Distrito: Villa María del Triunfo

Trabajo conduciendo para un almacén y voy a diferentes distritos de Lima, hace una semana estaba por San Juan de Lurigancho y un taxi se me atravesó y casi nos chocamos. El chofer del otro carro y yo nos bajamos y tuvimos un enfrentamiento de palabras, luego de eso empezo a decirme ¨regresate a tu país¨ ¨negro esclavo¨, a lo cual respondí tambien con groserías. Casi siempre me suceden esas cosas, estoy cansado.  

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

N.M.

Distrito: San Juan de Miraflores

Mi familia materna es blanco mestiza, son muy racistas y yo soy la única persona fenotípicamente afroperuana a su alrededor. He crecido escuchando comentarios racistas hacía mi y mi papá desde que tengo uso de razón. Me desarrollé antes a comparación de mis primas, y todo el tiempo escuchaba comentarios acerca de mi cuerpo, decían cosas como que a mi me ¨gustaba¨ ser el ¨centro de atención¨ de los hombres por mi ¨cuerpo de negra¨ (yo tenía 12 años). A los 19 años, cuando gané una beca para estudiar por un mes fuera del país, mi mamá estaba emocionada contándole a sus hermanas, una de ellas, la segunda mayor de los hijos, dijo ¨Una beca? Seguramente, es que ella si piensa después de las 12¨ y entre burlas insinuó que yo salía del país con alguna pareja. A la fecha no hablo con nadie de la familia de mi madre, y no pretendo volver a tener contacto con ninguno de ellos. 

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Anónimo, varón.

Distrito: La Victoria

En el colegio yo era la única persona negra, y me llamaban ¨mono¨ esto me molestaba mucho pero creo que por temor nunca dije nada, incluso solían darme plátanos a modo de burla. Al día de hoy ya sé cómo responder, pero evidentemente marcó gran parte de mi etapa secundaria. 

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M.

Distrito: Chosica

Hace unos años fui con mi familia a una fiesta infantil al que los niños habían sido invitados, pusieron una canción infantil que mencionaba gorilas y uno de los invitados de la fiesta me hizo comentarios burlones diciendo que estaba ¨sonando mi canción¨, no me hizo nada de gracia pero no dije nada para evitar el conflicto.

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M.Z.L.

Distrito: Mala, Cañete

Viajé a Cusco por unas actividades laborales, y tenía una maleta que no me dejaban ingresar como carry on, a lo cual me hicieron pagar un dinero extra para poder subirlo a cabina conmigo. Cuando llegué para poner mi maleta en el lugar por el cual pagué, la sobrecargo me dijo que no podía poner mi maleta ahí porqué ya estaba la de otra persona (esta persona era un hombre extranjero y estaba en grupo con otros extranjeros) le indiqué que yo había hecho el pago y esta persona empezó a ponerme muchos peros y a tratarme de forma despectiva mientras acomodaba las pertenencias del turista, finalmente intervino otro sobrecargo y me dió la razón, a lo cual de manera pedante me dijo que subiera mis cosas por qué ella no lo iba a hacer y haciendo gestos y ademanes innecesarios, me causó mucha molestia y por experiencia con otras personas afroperuanas, me indicaron que este trato era muy común en el aeropuerto del cusco. 

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Anónimo, mujer.

Distrito: Independencia

Postulé a un trabajo, soy contadora y cumplía con los requisitos, todo bien durante la postulación y las entrevistas virtuales, cuando llegó el momento de empezar mis labores en las instalaciones noté que el ambiente laboral era algo extraño, se hacían bromas pesadas entre ellos, se ponían sobrenombres y a mi nunca me agradó, yo siempre iba con el cabello amarrado, pero un día lo llevé suelto y un grupo de la oficina empezaron a decirme ¨brócoli¨ y demás palabras con las que comparaban mi cabello, ellos creían que no me daba cuenta por qué nunca lo hicieron directamente. Yo me quejé con la persona encargada pero solo me dijo que no exagere. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

J.L.T.

Distrito: Surquillo

Soy músico, estoy intentando experimentar con nuevos géneros, en mi familia la mayoría es cantante o toca algún instrumento pero se dedican a la música negra, hay un grupo musical incluso. Cuando quise salir de esa línea me dijeron que me iría mejor si hacía lo que sabía, me da pena que incluso en familia de negros piensen que solo nos podemos dedicar a ciertas cosas. 

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M.C.

Distrito: Chorrillos

Yo he pasado muchas cosas, desde que me dicen cosas en el bus o en la calle, en realidad nunca me importó no le daba cabida hasta que hace unos meses quise ingresar a un instituto para ser aeromoza, desde el día 1 escuche comentarios que para conseguir trabajo iba a tener que alisarme el cabello, trate de no tomarlo en serio pero era un tema muy constante, bueno espero que no me cause un problema serio al momento de buscar trabajo, espero no tener que alisarlo por qué no me gusta.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

F.E.

Distrito: Lince

Cuando empecé a salir a discotecas y bares tuve una mala experiencia, estaba saliendo del instituto con unos amigos y decidimos ir a un bar en miraflores, por la calles de las pizzas por qué iban a pasar un partido de fútbol, estuvimos en un bar que era pequeño, habrian unas 6 -7 mesas a lo mucho, y como era día de semana no cerraban muy tarde, casi para que cierren el lugar ya solo habían 3 mesas con personas, lo demás ya se habían ido. En la mesa de al lado había un grupo de chicas que estaban notablemente tomadas, a una de ellas, no se en que momento se le pierde el celular y se puso a hacer un escándalo a decir que le habían robado, los de la otra mesa eran solo 2 chicos que no eran peruanos al parecer, esta chica se acercó al de seguridad y aseguró que alguien de nuestra mesa había agarrado su celular y pedía de manera insistente que nos revisen las cosas, yo no lo permití y fue peor, empezó a gritarme cosas e hizo todo un alboroto, al final su celular se había caído entre los muebles del asiento y ella no ofreció ni una disculpa. 

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Anónimo.

Hace unos años paso algo pero no se si es racismo como tal pero sí sé que es discriminación. Yo soy de cañete, y en el 2017 estaba en la academia y tenía una relación sentimental, esta persona había ingresado a una importante universidad privada, lo que pasó fue que quizá por mala información o no lo sé realmente pero compañeras de universidad de el empezaron a enviarme audios diciéndome cosas como ¨regrésate a tu provincia¨ y cosas así, fue algo que no supe cómo sobrellevar, ya que tenía 17 años y recién había llegado a Lima, me hicieron bastantes comentarios sobre mi economia, y decian que por como me veia yo era alguien pobre y se jactaban de todo ello. Fue algo muy traumático porque por mucho tiempo me costó hablar de eso. Hasta ahora tengo los audios y la verdad no me atrevo a escucharlo de nuevo por qué si fue algo muy grotesco. 

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Anónimo.

Yo soy de Ica, y sufrí abuso sexual desde los 7 años hasta los 13 maso menos por parte de un tío, en esos años el era quien nos ayudaba economicamente a mi mamá y a mis hermanas, ya que mi papá falleció años antes y se necesitaba dinero en casa. Nunca dije nada y pasaron los años, solo me alejaba cuando yo sabía que esta persona estaría en el mismo lugar que yo, logré terminar el colegio y empecé a estudiar en un instituto, terminé la carrera y empecé a trabajar como asistente contable, me empezó a ir bien y mi hermana ya estaba por terminar el colegio así que se mudó a Lima conmigo para que le apoyara a estudiar algo, cuando llegó me enteré que la persona que abusó de mí, en algún momento lo habría intentado con mi hermana también y bueno gracias a dios no sucedió pero le brindé el apoyo que yo necesité cuando pasé por ello, en Ica aún estaba mi hermana más pequeña así que hablé con mi mamá y tuvimos una discusión muy fuerte, ella no podía creer que esta persona que aparentemente se comportaba bien, había hecho todo esto con nosotras, mi madre a los meses vino a lima con mi hermana y dejamos atrás todo, hace como 4 meses nos enteramos que el había sido denunciado por violación sexual a una joven de 15-16 años y que esta estaba embarazada, Y como vivimos en pueblo chico, escuchamos comentarios de personas de ahi que se iban contra la chica diciendo ¨la negrita esta se le regalaba¨ o ¨esa negra siempre lo buscaba, seguro quería plata¨ cosas así, la verdad es que este hombre tiene dinero y estoy segura que hay más mujeres y chicas que han sido atacadas por el, se ha sabido aprovechar de las situaciones, espero que esta vez no salga bien parado. 

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M.R.

Distrito: San Miguel

Nací en Cañete, he sido bailarina por casi 10 años y en el medio he escuchado de todo, cuando fui a Lima para probarme en un elenco conocido, las chicas me miraban muy mal y varias veces escuché comentarios como ¨ ¿y esta negra cree que baila?¨ o se reian de mi apariencia decían que me veía sucia y se burlaban de mi ropa, cuando salí en estado, mi pareja era también bailarín, el es blanco y al principio cuando empezamos a estar juntos, la gente decía comentarios ¨la negrita quiere mejorar su raza¨, yo nunca hice caso, pero eso hizo también que mi relación con el tuviera muchos problemas, cuando salí en estado decidí que ya no iba a exponerme ni a mi ni a mi bebé a esas cosas, así que dejé de bailar y tiempo después me separé del papá de mi hija. Hasta ahora él frecuenta esas amistades y a mi no me gusta que lleve a la bebe por qué no quiero que ella pase por esas cosas. 

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J.M.H.M.

Distrito: Barranco

Yo salgo a correr casi a diario, me voy por toda la costa verde y suelo hacerlo de noche. Más de una vez ha pasado que encuentro a personas caminando y se asustan, creen que uno les va robar o qué pensarán, yo ignoro no más pero si me ha tocado un par de veces que se ponen en alerta de manera muy rochosa y uno puede reírse o hacer chistes de eso pero en realidad si se siente feo pues. 

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L.C.J.

Distrito: San Juan de Miraflores

Mi papá es negro y mi mamá es de familia de la sierra, de Huancayo. Yo he crecido en lima y a veces íbamos a la fiesta de Santiago con la familia de mi mamá, no me gustaba mucho la verdad por qué la gente nos mira raro a mi papá y a mi, no hay comentarios como tal, pero si las miradas, no se que pensarán pero son muy obvios y medio que incomodan. Mi papá dice que así también era cuando recién él iba por allá, que está acostumbrado. 

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Anónimo.

Distrito: Pueblo Libre

Quería postular a la marina hace unos años, muchas personas me dijeron que mejor vaya al ejército o a la policía e incluso a la fap, pero que en la marina no me iban a aceptar por qué se necesitaba ¨plata y presencia¨ que ahí solo entraban ¨blanquitos¨. Nadie me apoyó, dijeron que iban a perder tiempo. Al final postulé a la escuela de la policía y ya estoy por terminar, no me fue tan mal, pero no es lo que quería, aquí adentro también se ven muchas cosas, los mismos profesores y superiores hacen comentarios racistas, dicen que uno tiene que tener fortaleza que sino mejor no sea policía y me vaya a la chacra. 

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Anónimo.

Distrito: Santa Anita

Mis papás se divorciaron hace como 3 años, mi mamá es de Piura y la familia de mi papá siempre la trató mal por su color de piel y su cabello, ellos decían que ella le había hecho brujería a mi papá para que él esté con la ¨negra esa¨ y que se embarazó para ¨amarrarlo¨, a mi tambien me dicen cosas en su plan broma, y mi papá nunca dijo nada, piensa que mi mamá y yo exageramos, luego se quejan que yo les tengo colera por que mi mamá me mete cosas en la cabeza pero nada que ver, ellos mismos hacen que uno no quiera ni verlos. 

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Anónimo.

Distrito: Ate

Este es el caso de mi papá, él nos cuenta que cuando mi mamá y él empezaron a andar juntos, el papá de mi mamá le decía que se acuerde que ella también tenía de negra, que si se metía con mi papá piense bien cómo íbamos a salir sus hijos, cuando al final ellos se casaron, se mudaron a lima para vivir tranquilos. 

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Anónimo.

Distrito: Imperial, Cañete

El primer compromiso de mi papá es de cajamarca o su familia lo es creo, no lo sé bien pero es una persona blanca de ojos claros, su matrimonio no duró mucho y tuvieron problemas para tener hijos, ellos se separan y mi papá conoce a mi mamá al año. Mi mamá me cuenta que ella se embarazó rápido de mi hermano mayor, que recién tenía 7 meses de enamorados con mi papá, cuando la ex esposa se enteró hizo un escándalo en casa de mi mamá, diciéndo que ¨la negra p….¨ se había metido en su matrimonio, y le mandaba mensajes de texto a mi papá diciendo que había ¨cambiado carne blanca¨ por ¨carne de mono¨ cosas así, para la familia fue un choque muy grande, ya que mi mamá es la hija menor y mi papá le lleva casi 10 años, me cuentan que fueron momentos muy complicados, pero al final se casaron y a la fecha tienen 3 hijos, todo ha ido bien pero todo lo que pasó hizo que mi abuela materna esté alerta con mi papá, no le falta el respeto pero si se generó esta división. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.C.A.

Distrito: La Victoria

Desde que tengo 10 años me alisaba el cabello, al principio todos los días le metía plancha. Recuerdo que como a los 13 años, en el colegio hicieron un paseo a un club con piscina, mi niña quería jugar pero mi mamá ya me había advertido que me iba a malograr el cabello, yo no era muy consciente. Me acuerdo que mis compañeritos jugando me tiran a la piscina, y mi cabello se puso feo feo, y olía fuerte a quemado. Fue el día más vergonzoso que recuerdo. Me pusieron apodos que me acompañaron hasta que terminé secundaria, al día de hoy sigo alisando mi cabello, la verdad no sé como cuidarlo naturalmente, así que se me hace mas fácil. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

V.M.R.

Distrito: Breña

Yo recuerdo a mi primera noviecita de colegio, su familia era de la sierra, y me invitaron a una reunión que tenían, la abuela de ella hablaba solo quechua, y ella me hablaba y yo no le entendía nada pues, solamente sonreía para no quedar mal, hasta que uno de los tíos me dijo que estaba diciendo la señora, y decía cosas como ¨quien dejó abierto el corral¨ y cosas así, ya yo me sentí mal y me fui no más, pero después si se me vino a la cabeza que aunque las personas de la sierra también sufren de racismo, como ellos también son racistas. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.M.

Distrito: San Juan de Miraflores

En la secundaria yo tenía un enamorado que era un grado mayor que yo, duramos como 1 año y medio maso menos, para eso él ya conocía a mis padres y llegaba a mi casa normal, en esos tiempos yo solía alisar mi cabello 1 vez por semana en parte por qué él me decía que me veía mejor. Una vez la mamá de él llegó a la salida del colegio y yo estaba con él conversando,  me la presentó y la saludé pero la señora hizo como que no escuchó nada, en ese momento no le tomé mucha importancia, pero a los días el me dijo que a su mamá no le gustaba mi cabello, me sentí mal. Luego en alguna ocasión le pregunté por qué no íbamos a su casa y solo a la mía, él me dijo que su familia era muy racista y que me iban a tratar mal. Generó una desconfianza muy grande en mi. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo.

Distrito: Comas

Esto le pasó a mi suegro, La familia de mi pareja es una familia afro. Mi suegro es un hombre negro, pasa que fue a recoger a su nieta a la casa de sus tíos maternos, estas personas recien se habían mudado. El llegó y estaba esperando que le entreguen a la niña, en eso salió el dueño de la casa y le increpó que estuviera parado en su frontis, mi suegro le dijo que estaba esperando a su nieta. El señor empezó a insultar y decir que se vaya increpando de delincuente e incluso llamó al serenazgo, cuando los tíos de la niña le dijeron que era familiar suyo, el señor no se disculpó, solo atinó a meterse a su casa. Mi suegro llegó muy tocado por la situación y me dijo ¨Uno cree que cuando llegas a ser viejo ya no pasas por estas cosas¨, me dio mucha tristeza. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo.

Fui a hacer un curso en el extranjero, en un programa para juventudes, así que fui con un grupo de otros jóvenes éramos 9 en total pero solo 3 afroperuanos. En una de las clases mi compañera se hizo un turbante en el cabello, y una de las chicas que era indigena quechua le hizo una ¨broma¨ sobre el turbante, a lo que le respondimos que lo que estaba diciendo era racista, que era como si nosotros (los afroperuanos) le hiciéramos bromas sobre el uso de las polleras, la chica no se disculpó y dijo que estábamos exagerando, y que solo era una broma, eso causó tensión el resto del programa. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

E.C.

Distrito: Rimac

Vine a los 15 años a vivir a Lima, me trajo una amiga de mi mamá que era mi madrina de primera comunión, ella dijo que aquí ella me iba a ayudar para estudiar. Pero cuando ya estuve aquí fue mentira, me trajo en sí para ayudarla en su casa y con sus hijos, me trataba mal, lo que sí fue que me ayudó para acabar mi secundaria en clase nocturna, me demoré pero terminé, luego de eso yo quería salirme de esa casa, me insultaban y me hacían menos. Conocí al papá de mis hijos y me mudé con él a su casa, ese fue otro cantar, mis suegros también me hacían menos negra esto y negra lo otro, ya con el nacimiento de mi primer hijo las cosas se calmaron un poco, pero siempre he vivido con eso. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

J.M.S.I.

Distrito: La Victoria

Cuando terminé la secundaria no tenía opciones para estudiar, así que me puse a trabajar nomás, mi primer trabajo fue de seguridad en una discoteca, y ahí trabajé como 3 años, pucha se escuchaba de todo. Una vez un joven me quiso acusar que le había agarrado la billetera cuando le hice la revisión a la entrada, insultos de todo tipo ¨por mi comes negro tal¨ con lisuras y todo, mi jefe siempre me pidió que no conteste, y como ganaba relativamente bien para esos tiempos, me quedaba callado no mas. Luego empecé a trabajar como chofer para una familia, y hasta hoy trabajo ahí, es más tranquilo. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

A.L.T.

Distrito: Breña

Estoy viviendo en España ya casi 3 años, cuando llegué fue muy muy duro, las amistades que me iban a recibir al final no lo hicieron y no tenía donde quedarme, me recibieron unas personas de una iglesia y trabajé de lo que pude hasta que al mes de estar aquí al fin pude alquilar un lugarcito. Ha sido complicado, las personas aquí son muy racistas y por ser peruana me trataron muy mal, incluso en trabajos donde los mismos jefes eran latinos, y ahora por ser negra es otro cantar, al principio me chocó mucho, ahora ya aprendí a ignorar pero ser migrante afro es bien fuerte, seas de donde seas, antes había el miedo que te llamen a migraciones por qué con eso te amenazaban, menos mal conseguí mis papeles, ya cualquier cosa me regreso no más.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo.

Distrito: La Victoria

Cuando era joven y antes que viniera a Lima, yo me iba a casar con una muchacha de mi pueblo, ella había salido embarazada y mi familia y yo habíamos ido a pedir la mano. Su familia de ella siempre nos hizo menos, ella era hija del encargado de los sembríos de la hacienda y mi familia era de los que hacíamos la cosecha, siempre hubieron comentarios hacia mi persona y sobre todo hacia mi padre, ellos se creían superiores por que no eran netamente negros y habían logrado ser capataces. Cuando la muchacha sale en estado, hubo un montón de problemas, al final nunca nos dejaron casarnos ni vivir juntos, luego me enteré que sus papás querían que ella dé a luz y mandarla para Ayacucho. Al final tuvimos un niño, pero solo vivió 3 meses, me dejaron verlo solo en 3 o 4 ocasiones, ya después solo me dejaron ir al entierro y a ella si la llegaron a mandar a Ayacucho, que habrá sido, nunca más me volví a enterar nada. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

M.F.F.

Distrito: Villa El Salvador

Yo siempre he jugado fútbol, desde chiquito estaba en los equipos del colegio, del barrio y llegué a jugar en segunda. A mí se me abrió la oportunidad de jugar para un equipo de primera en Cajamarca. Lo que pasa es que también para esto hay que tener bara y plata. Había otro chico que también estaba haciendo pruebas para ingresar al equipo desde la escuela del mismo club allá en Cajamarca y a mi me traen recomendado desde Lima. Pasó que allá supongo no ven negros pues, cuando llegué me chocó, me decían cosas ¨mono¨ y así, incluso me llegaron a escupir. Al final cuando estaban probando, el otro muchacho había fallado en algunas pruebas que yo sí hice bien, pero por alguna razón yo no quedé. Me regresé a Lima no más y la verdad ya no quise volver a jugar y menos para provincia. Sigo jugando pero barriales no más.

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.

Anónimo.

Distrito: Villa María del Triunfo

Somos 3 hermanas, mi mamá nos crió sola. Ella vendía postres y comida, aparte de tener su trabajo formal. Llevaba alfajores y frijol colado a su trabajo y sus compañeros le compraban, para esto se quedaba hasta madrugada preparando y yo le ayudaba, nos quedábamos hasta las 3 am y yo luego tenía que ir al colegio, recuerdo que tenía una profesora que se la había agarrado de gratis conmigo, y una vez me quedé dormida en su clase, yo estaba con los ojos rojos de la mala noche, esta profesora era de religión y siempre me molestaba por algo, en esa ocasión que me dormí, me llevó a la dirección y se quejó de mi comportamiento, y me acusó incluso de consumir drogas por qué estaba con los ojos rojos dijo que ya estaba agarrando ¨mañas de la vida fácil¨, llamaron a mi mamá pero como ella trabajaba fue mi abuela, y ella me defendió diciendo que yo ayudaba a mi mamá. Nunca recibí una disculpa de la profesora y tampoco recibió ninguna sanción del colegio. Pero ya tiempo después supe que no era coincidencia que solo yo haya sido la afectada por sus tratos y que justamente yo era la única estudiante negra del salón, me enteré también que había tenido tratos similares con otro estudiante del colegio que estaba 1 o 2 años más que yo, este chico también era negro. 

Nota: Este caso pasó el respectivo triaje y se derivó para su atención psicológica y legal en ASLAP.